Cancún. – El cierre de los cementerios ordenado para los Días de Muertos, por las autoridades municipales, es otro duro golpe para muchos pequeños comerciantes, quienes sumado a las pérdidas sufridas a causa de la pandemia de COVID-19 y los recientes huracanes, dejarán de percibir entre un 20 y 30% de utilidades extra, indicó el presidente de la CANACO en Cancún, Rafael Ortega Ramírez.

Al dejar de percibir ingresos superiores a sus ventas habituales, que en la actualidad son mucho menores a las de años pasados, los giros comerciales más castigados, son el de las florerías, venta de artículos religiosos y ornamentos que, durante las fechas de estas celebraciones, suele tener mayores ganancias entre quienes suelen visitar las tumbas de sus seres queridos.

El líder de los comerciantes establecidos señaló que si bien, por un lado, la decisión de no abrir los cementerios tiene como fin evitar un aumento en contagios del coronavirus, por otra parte, representa un nuevo golpe sobre los micro, pequeños y medianos comercios, que, en su gran mayoría, no han logrado recuperarse de la actual crisis.

A dicha situación, se suman los efectos que, durante el presente mes, dejó el paso de la tormenta tropical «Gamma» y los huracanes «Delta’ y «Zeta”, que además de obligar a suspender actividades varios días y, en consecuencia, dejar de percibir ingresos, en algunos casos, sufrieron afectaciones en sus establecimientos, lo que al final complica aún más su situación.

Mencionó como un factor adicional, la superioridad que representan las grandes cadenas comerciales, a las que los compradores suelen acudir en mayor medida, lo que ha hecho prácticamente imposible la recuperación salarial de muchos de los empleados de los pequeños negocios.