Cancún. – Carl Zimmer, periodista de The New York Times, cuenta que a principios de 2020, decenas de equipos científicos se apresuraron a hacer una vacuna contra la COVID-19. “Algunos eligieron técnicas probadas y verdaderas, como hacer vacunas a partir de virus muertos. Pero un puñado de empresas apostaron por un método más arriesgado, uno que nunca había producido una vacuna con licencia: desplegar una molécula genética llamada ARN”.
“La apuesta dio sus frutos. Las dos primeras vacunas que surgieron con éxito de los ensayos clínicos, fabricadas por Pfizer-BioNTech y Moderna, estaban hechas de ARN. Ambos resultaron tener tasas de eficacia casi tan buenas como las que podría obtener una vacuna. En los meses siguientes, esas dos vacunas de ARN han brindado protección a decenas de millones de personas en unos 90 países. Pero muchas partes del mundo, incluidas aquellas con un número creciente de muertes, han tenido poco acceso a ellas, en parte porque requieren mantenerse en un congelador profundo”.
Una tercera vacuna
Ahora, agrega Zimmer, una tercera vacuna de ARN puede ayudar a satisfacer esa necesidad global. Una pequeña empresa alemana llamada CureVac está a punto de anunciar los resultados de su ensayo clínico en etapa tardía. La semana que viene, el mundo puede saber si su vacuna es segura y eficaz.
Esa vacuna se ha probado en México, Brasil, Tailandia y Vietnam. Y los investigadores están comenzando a probar una inyección que puede producirse en masa.
A finales de enero llegó a México un lote de ocho mil dosis de vacunas en investigación para la Fase 3 del estudio clínico. El anuncio fue en un evento virtual encabezado por Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores; Martha Delgado, Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos; David Kershenobich.
El protocolo que fue autorizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para estudio clínico involucró a un total de ocho mil voluntarios. Parte de las dos mil dosis recibidas se aplicaron en la ciudad de Monterrey por TecSalud, y el resto se aplicaron en otros centros de investigación en la República, para llegar al total de ocho mil dosis en México y 36 mil a nivel mundial.
Segunda generación
“El producto de CureVac pertenece a lo que muchos científicos denominan ‘la segunda ola de vacunas COVID-19’ que podrían aliviar colectivamente la demanda mundial. Se espera que Novavax, una empresa con sede en Maryland, cuya vacuna utiliza proteínas del coronavirus, solicite la autorización de Estados Unidos en las próximas semanas.(…)”, cuenta Carl Zimmer.
De acuerdo con el periodista, que se ha especializado en el tema durante la pandemia, los expertos en vacunas tienen especial curiosidad por ver los resultados de CureVac porque su inyección tiene una ventaja importante sobre las otras vacunas de ARN de Moderna y Pfizer-BioNTech. .
Las vacunas de Pfizer y BioNTech, Moderna, Janssen y AstraZeneca son las únicas que ha aprobado la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Sin embargo, tiene otras cuatro sobre las que ha comenzado una ‘revisión continuada’ a través del comité de medicamentos humanos de la EMA (CHMP).
CureVac muestra respuesta inmune en humanos en la Fase 1
La EMA explica que una “revisión continua” es una herramienta reguladora que se utiliza para acelerar la evaluación de un medicamento prometedor durante una emergencia de salud pública. Normalmente, todos los datos sobre la eficacia, seguridad y calidad de un medicamento o vacuna y todos los documentos requeridos deben estar listos al comienzo de la evaluación en una solicitud formal de autorización de comercialización.