Cancún. – Varios estudios han sugerido que la dieta podría tener un papel importante en la gravedad de los síntomas y la duración de la enfermedad de la infección por COVID-19. Pero, hasta ahora, hay pocas pruebas que confirmen o refuten esta teoría.
Encuesta
Para profundizar en esta cuestión, los investigadores recurrieron a las respuestas de una encuesta realizada a 2 mil 884 médicos y enfermeras de primera línea con amplia exposición al SARS-CoV-2, el virus responsable de la infección por COVID-19, que trabajaban en Francia, Alemania, Italia, España, Reino Unido y Estados Unidos.
Todos los participantes formaban parte de una red mundial de profesionales sanitarios registrados en la red Survey Healthcare Globus para la investigación del mercado sanitario. Los investigadores utilizaron esta red para identificar a los médicos con alto riesgo de infección por COVID-19 como consecuencia de su trabajo.
Información que requería
La encuesta en línea, que se llevó a cabo entre julio y septiembre de 2020, se diseñó para obtener información detallada sobre los patrones dietéticos de los encuestados, basados en un cuestionario de frecuencia de alimentos de 47 elementos, durante el año anterior, y la gravedad de cualquier infección por COVID-19 que hubieran tenido, utilizando criterios objetivos. La encuesta también recogía información sobre los antecedentes personales, el historial médico, el uso de medicamentos y el estilo de vida.
Al final se observó que las dietas a base de vegetales y/o pescado pueden ayudar a disminuir las probabilidades de desarrollar una infección por COVID-19 de moderada a grave, según los resultados de un estudio realizado en seis países y publicado en la revista en línea BMJ Nutrition Prevention & Health. Los resultados indican que las dietas se asocian con un 73 por ciento y un 59 por ciento menos de probabilidades, respectivamente, de padecer una enfermedad grave.
En el estudio las distintas dietas se combinaron en dietas basadas en plantas (con un mayor contenido de verduras, legumbres y frutos secos, y un menor contenido de aves de corral y carnes rojas y procesadas); dietas pescatarianas y basadas en plantas (como la anterior, pero con pescado/marisco añadido); y dietas bajas en carbohidratos y altas en proteínas.
Debes comer fresco
Después de tener en cuenta varias variables potencialmente influyentes, como la edad, el origen étnico, la especialidad médica y el estilo de vida (tabaquismo, actividad física), los encuestados que dijeron seguir dietas basadas en plantas o dietas basadas en plantas/pescado tenían, respectivamente, un 73 por ciento y un 59 por ciento menos de probabilidades de sufrir una infección por COVID-19 de moderada a grave, en comparación con los que no siguen estos patrones dietéticos.
Además, en comparación con los que dijeron seguir una dieta basada en plantas, los que dijeron seguir una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas tenían casi 4 veces más probabilidades de contraer una infección moderada a grave por COVID-19.
Y añade que “este estudio pone de manifiesto la necesidad de realizar estudios prospectivos mejor diseñados sobre la asociación entre la dieta, el estado nutricional y los resultados de la COVID-19”.