Playa del Carmen.- Deja la ex presidenta municipal de Solidaridad, Roxana Lili Campos Miranda, «herencia de sangre»; en los tres años de su administración, ejecutaron a 224 personas en una espiral de violencia que escaló a niveles históricos, de acuerdo con datos recabados.

Se agudizaron violencia e informalidad

Desde que Lili Campos tomó las riendas del municipio, comenzaron las pugnas entre diversos grupos delincuenciales por el control de lo que llamaron la «joya de la corona», el trasiego de drogas en la Quinta Avenida y la zona de Playas.

Aunado a esto, como nunca antes comenzó una proliferación de vendedores ambulantes e informales en toda la zona turística y el primer cuadro de la ciudad, mismos que tenían acuerdos con delincuentes y trabajadores del área de Fiscalización.

Presuntos nexos de Fiscalización con el crimen

Tanto se habló de que el ayuntamiento a través del área de Fiscalización tenía negocios con el crimen organizado, que, en febrero del 2023, en un hecho sin precedentes, cuatro trabajadores del área fueron ejecutados en el interior de un bar.

Los cuerpos fueron mutilados y dejados en la batea de una camioneta con logos del ayuntamiento dirigido por Campos Miranda, aunque nunca se aclaró el caso, se especuló que los fiscales estaban coludidos con grupos delincuenciales y operaban con extorsión y cobro de piso.

Otra teoría es que fue un mensaje para la administración de Lili Campos.

Cobro de derecho de piso detonó hechos violentos

Otro caso muy sonado, fue la ejecución de una francesa, que tenía un local de comida en la zona turística, muy cerca de la Quinta Avenida, donde sicarios a bordo de una motocicleta le dispararon, al parecer por negarse a pagar derecho de piso.

En la recta final de la administración de Lili Campos, varios sujetos armados entraron a una barbería en la avenida Juárez con 30 y abrieron fuego dejando tres personas ejecutadas y dos lesionados, sólo por mencionar algunos casos.
Debido a la escalada de violencia, tomaron la decisión de realizar un cambio en los mandos policiacos por lo que Gerardo Arzate Jiménez, fue relevado por Jorge Santa Poot, al mando de la policía preventiva, sin embargo, no hubo cambios significativos, ni se logró frenar el baño de sangre.