Cancún.- Los consumidores del sector turístico tienen nuevas necesidades, por ejemplo vacacionar lejos de las multitudes y en lugares abiertos, reconectar con seres queridos y redescubrir destinos más pequeños, menos populares, afirmó Carlos Olivos, director de Comunicación para América Latina de Habla Hispana en Airbnb.
En este sentido, afirmó que “en 2021 el reto será viajar no necesariamente para hacer turismo, sino para vivir, trabajar y conectarse de forma segura fuera de casa. Los agentes de la industria turística no pueden quedarse de brazos cruzados y esperar que los clientes regresen. Deben entender la realidad de los consumidores en 2021, empezando por la cuestión económica.”
Turismo mexicano sufre reducción de ingresos
En una encuesta durante enero hecha por la Fintech Coru, casi tres cuartas partes de los mexicanos señaló que ha experimentado una reducción de sus ingresos en los últimos 12 meses.
“La crisis nos permite replantearnos cómo debe ser el sector turístico. Tenemos una oportunidad única de reconstruir la industria y mejorarla para ser más sostenible, inclusiva y resiliente. Más que un reto, este cambio en las posibilidades financieras de la población representa una oportunidad”, dijo.
Reconfigurar la idea de los viajes
El turismo también tiene que reconfigurar su mensaje y la idea generalizada de los viajes recreativos.
Señaló también que “los viajeros pensarán dos veces antes de adquirir cualquier producto turístico que no asegure la viabilidad de unas vacaciones si algún evento, de cualquier naturaleza, sucede”.
Esto exige a las empresas del sector ser mucho más flexibles en sus ofertas y opciones de pago.
Experiencias privadas y personalizadas
Por otra parte, son las experiencias privadas y personalizadas, es la tendencia que se toma los resorts de lujo en Riviera Maya, de acuerdo con ofertas de algunos de los centros de hospedaje.
Reuniones en torno a una fogata, clases de baile o entrenamiento personal, son algunas de las actividades que hoy demandan los viajeros que visitan la zona. Hoy la experiencia en Riviera Maya es mucho más que largas playas de arena blanca, sus variadas zonas arqueológicas y una impresionante biodiversidad, que llena sus paisajes de arrecifes, lagunas, ríos, cenotes y cavernas subterráneas.
En la actualidad algunos de sus hoteles ofrecen la implementación de estadías privadas y personalizadas, que buscan satisfacer las necesidades específicas de cada viajero.
A sus amenidades de lujo, se suman actividades, clases y entrenamientos a la carta, para que cada persona tenga su propia vivencia, de acuerdo con sus preferencias. Clases personalizadas de mixología, a través de su programa Jigger & Shaker, para aprender a hacer tragos de autor; de bailes latinos, como salsa, merengue, bachata y cumbia; de masajes, con expertos de su Spa de lujo; y de DJ o guitarra eléctrica, para los amantes de la música. Ahora muchos resorts tras la pandemia también ofrecen entrenamientos privados y actividades, como la búsqueda del tesoro, para adultos y niños; y reuniones en torno a una fogata, para las parejas o grupos de amigos que buscan privacidad.