Cancún. – En Felipe Carrillo Puerto, a 25 kilómetros de la cabecera municipal, se ubica la comunidad de José María Pino Suarez. Pueblo maya dedicado al trabajo en la milpa y, especialmente, al chicle como su principal fuente de ingresos.
Con una población aproximada de 225 personas, esta localidad es cuna de dos grandes hombres. Hombres que gracias a su esfuerzo, trabajo y dedicación alcanzaron lo que muchas personas anhelan, salir en la televisión.
Herencia de familia
Mariano y Antonio Tun Xool, son hijos de don Gregorio Tun y doña Gregoria Xool. Hermanos mayores de la familia compuesta por 6 hijos más. Nacidos orgullosamente en la comunidad maya.
Desde niños se dedicaron a trabajar el chicle y la milpa. Su padre fue quien inculcó a los hermanos Tun Xool el arte de picar los árboles de chicozapote para obtener su resina que más tarde se convierte en chicle. Esta actividad ha hecho de estos hombres, personas de bien, honestas y luchadoras por salir adelante.
Mariano tiene 32 años, recientemente casado pero sin hijos. Antonio a sus 35 años está casado y tiene una familia con 2 hijos. Ambos dedicados a velar por el bienestar de sus familias y salir adelante a base de su oficio como chicleros.
Producción de chicozapote
Estos hermanos en temporada de chicozapote, producen hasta 10 kilos de chicle sin contar con grandes herramientas, para la recolección de la resina solamente requieren de un machete, mecate, espolones especiales para trepar los árboles y el sabucán para almacenar el producto. Una vez terminada la recolección, lo siguiente es la cocción. La cual realizan desde la comodidad de su casa, utilizando leña, fuego y un caldero únicamente.
El producto final lo trasladaron hasta la comunidad de Señor, a 4 kilómetros de su pueblo, allá les compran el chicle a $75 pesos el kilo, es decir, que al día solamente ganan 750 pesos para sobrevivir.
Este ha sido el trabajo de Mariano y Antonio desde siempre, sin embargo, lo que nunca imaginaron es que por dedicarse a esa actividad saldrían en la televisión y mucho menos participarán como actores en una película de Netflix.
El día que les cambió la vida
La familia Tun Xool se encontraba en su humilde casa, como de costumbre, Mariano y Antonio apenas habían regresado del monte y se disponía a cocinar su chicle. Prendieron el fuego, colocaron el caldero encima y luego vaciaron la resina para iniciar con la cocción, se encontraban platicando entre ellos cuando sorpresivamente, frente a su domicilio, se estacionó un autobús y 2 más se parquearon en el parque del pueblo.
Una dama se presentó, comentó llamarse Yulene, ser directora de cine y estar buscando a Mariano y Antonio Tun Xool. Para don Gregorio fue raro escuchar eso, no entendía de qué estaba hablando la mujer, lo único que comprendió es que estaba interesada en sus hijos.
La directora pudo notar la confusión de los hermanos, pues era algo nuevo e inesperado para ellos, algo que nunca había pasado por su mente. Para aclarar la situación, la mujer explicó con más detalles la propuesta que les estaba haciendo.
Una propuesta que no se podía dejar pasar
Mariano y Antonio invitaron a las personas a pasar a su casa para poder platicar. Accedieron a la invitación y se adentraron en el domicilio. Grata fue la sorpresa de la directora cuando se dio cuenta que los hermanos estaban ocupados en pleno proceso de producción del chicle y con gran alegría expresó que ese era el motivo de su interés porque ellos participaran en su nueva producción cinematográfica.
Yulene explicó detalles como la historia de la película, los tiempos de grabación, el elenco y lo más importante el sueldo que obtendrían como actores. Escucharon atentamente y fue así que lograron comprender lo que acontece.
Antonio sin pensarlo aceptó porque para él “es bueno tener nuevas experiencias chingonas”. Mariano en cambio, no sabía qué responder, estaba indeciso, al final, su hermano terminó por convencerlo y aceptó.
Ante las cámaras
Luego de aceptar la invitación para ser parte de la película, lo que venía para los hermanos era algo totalmente nuevo en sus vidas.
Pasaron por un proceso de casting en la ciudad de Chetumal que no influyó en su participación, puesto que los papeles que interpretarán eran seguros. Un mes después parte del equipo de producción llegó de nuevo a su casa, el día de partir hacia las grabaciones llegó.
Estuvieron fuera de casa por 2 meses, aunque claro, iban y venían cada fin de semana. Lo mejor fue interpretar a sus personajes, Mariano a Hilario y Antonio a Jacinto, quienes también eran hermanos en la trama de la película, eso les facilitó actuar porque su conexión familiar era natural.
Aseguran también que gracias a esa oportunidad pudieron solventar deudas económicas, mencionaron que tenían un sueldo de 6 mil pesos a la semana. Lo suficiente para mantener a sus familias mientras ellos estaban fuera grabando.
De vuelta a la realidad
Mariano y Antonio Tun Xool hoy han regresado a su vida normal, a trabajar en el campo, a salir a leñar todas las tardes, a producir chicle en la temporada y a luchar por darle una vida digna a sus familias.
Hoy son las personas más aclamadas y reconocidas en la sociedad, su trabajo y humildad hablan por ellos. Formar parte de la película representa una etapa en sus vidas que nunca olvidarán. Fue algo que nunca se imaginaron hacer, pero hoy pueden decir que lo lograron con solo haber estudiado la primaria.
Ahora están a la espera de ver volver a la directora Yulene con el CD de su película Selva trágica, como se los prometió. Esta película está disponible en la plataforma de streaming Netflix desde el pasado 09 de junio.