Cancún. – Cristóbal Colón, quien el 12 de octubre de 1492 llegó a costas de lo que ahora es el continente americano, ya no es bienvenido en estas tierras, en donde se han removido estatuas que fueron erigidas en su memoria, pero que ahora son repudiadas a causa del genocidio de los aborígenes americanos que llevaron a cabo los europeos hace 500 años a partir, precisamente, de la llegada del navegante genovés.
A Colón, reconocido por haber trazado una ruta de ida y vuelta a través del Océano Atlántico que conectó Europa con América y que dio pauta a la colonización europea, la historia le ha pasado factura. Tan sólo en Estados Unidos se han removido alrededor de 28 monumentos, a la par que otros han sido vandalizados, de acuerdo con distintos reportes de prensa.
Esto no sólo ha ocurrido en la Unión Americana, sino que es parte de un reclamo que se ha propagado a lo largo del continente.
México
El caso más reciente se anunció el domingo pasado en la Ciudad de México, cuando la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dio a conocer que la estatua de Colón, removida por mantenimiento hace casi un año de la Glorieta que lleva su nombre, localizada en el Paseo de la Reforma, la principal vía de la capital, será sustituida por “Tlali”, una estatua en honor a las mujeres indígenas.
La decisión de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México se enmarca en un cambio de narrativa que ha llevado a cabo tanto su Gobierno como el del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en el que se busca situar en el centro la “resistencia de los pueblos originarios” frente a los español que hace medio milenio arribaron a las tierras de lo que ahora es México.
Como parte de esta nueva línea argumental, Sheinbaum, por ejemplo, cambió de nombre al lugar en donde el conquistador Hernán Cortés lamentó al pie de un árbol una derrota a manos de los mexicas. De esta manera pasó de ser el Árbol de la “Noche Triste” al de la “Noche Victoriosa”.
Un detonante más
Hace más de un año, en junio de 2020, por ejemplo, en el marco de las protesta por el asesinato de George Floyd a manos de un policía, estatuas de Colón fueron dañadas en Minnesota, Boston y Richmond, Virginia.
En ese momento se criticó el papel de Colón en la colonización del continente y los efectos de ella en los nativos americanos, un debate presente en Estados Unidos desde hace ya unos años.
En junio de 2020 una estatua de Colón acabó en un estanque en Richmond, la capital de Virginia, después de que, según medios locales, un millar de manifestantes se congregaran en el Byrd Park para solidarizarse con los pueblos indígenas.
Tras las arengas de varios líderes de la protesta, algunos asistentes escribieron mensajes y rociaron pintura en el pedestal, y empezaron a corear “derribémoslo”, tras lo que la estatua de bronce del navegante fue arrancada de su base y lanzada en un estanque cercano.
América Latina
En América Latina, los monumentos a Cristóbal Colón también han sufrido destrozos y hasta reemplazos como el que recientemente se anunció en la Ciudad de México. La figura del navegante ha sido atacada en protestas de quienes denuncian la apropiación de terrenos y el genocidio de los pueblos originarios.
Colombia
El pasado 28 de junio la estatua de Cristóbal Colón en la ciudad colombiana de Barranquilla fue derribada por manifestantes, en una nueva jornada de protestas en el país.
El grupo que derribó el monumento en Barranquilla le puso una capucha a la estatua, una soga al cuello, le amarraron cuerdas y jalaron de ella hasta derribarla, mientras gritaban “Colón asesino”.
Chile
En octubre de 2019 las protestas en Chile derivaron en daños a varios monumentos, entre ellos el de Cristóbal Colón, ubicado en la plaza Cristóbal Colón de Arica. La estatua, que había sido inaugurada en 1910 por el centenario de la independencia, fue destruida. Otros países que se sumaron, fueron: Venezuela, Bolivia