Cancún.- Este miércoles por la tarde, el Senado de la República aprobó la iniciativa que reforma los artículos 20 y 34 de la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas. Con 70 votos a favor, 23 en contra y una abstención, propone imponer al Banco de México la obligación de comprar los billetes y monedas extranjeros captados por la banca que no puedan ser repatriados.
Sin embargo, el Banco de México (Banxico) informó sobre los riesgos que implica la aprobación del proyecto de reforma a la ley del banco central en materia de captación de divisas.
“Ello podría dar lugar a que autoridades extranjeras impongan restricciones a las entidades financieras de su país y que ofrecen servicios de corresponsalía a las instituciones mexicanas para procesar la moneda extranjera que estas últimas capten, así como limitaciones a las operaciones y acuerdos celebrados con el Banco de México”, advirtió el banco.
Banxico destacó que quienes se dedican a actividades turísticas y aquellos que reciben remesas en efectivo son los principales actores que podrían verse beneficiados, sin embargo, los montos en efectivo que se reciben sólo representan el 1% del total de las remesas enviadas al país.
Riesgos de la Reforma
Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, advirtió que la iniciativa de reformar la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas tiene tres riesgos relevantes:
Los cambios en la Ley del Banxico se pueden interpretar como una vulnerabilidad de su autonomía, sobre la cual recae la reputación, necesaria para la consecución del objetivo de inflación estable.
El segundo riesgo está relacionado con cambiar, entre otros artículos, el 20, que dicta los activos en los que pueden utilizarse las reservas internacionales. Esto es especialmente importante, pues surge semanas después de que se sugiriera utilizar las reservas internacionales para comprar la deuda de Pemex, lo cual de acuerdo a lo establecido en dicho artículo no está permitido. Las reservas no respaldan al dinero en circulación, por lo que usarlas en deuda de una empresa mexicana atentaría contra el respaldo del dinero en circulación. Asimismo, las reservas internacionales forman parte de la balanza de pagos, y en el pasado, su disminución llevó a México a desequilibrios que terminaron en crisis económicas.
Y por último la iniciativa propone que el Banco de México reciba dólares en efectivo, que en caso de tener un posible origen ilícito pondría al banco central en riesgo ser sancionado por instituciones internacionales, con la posibilidad de congelamiento de cuentas y activos, entre los que se encuentran las reservas internacionales. Las instituciones financieras se han encargado hasta ahora de recibir el efectivo, pero están sujetos a reglamentación en su operación, para prevenir el lavado de dinero.
El Banco de México señaló que sus consideraciones sobre el tema y las alternativas que envió a la Comisión de Hacienda del Senado, cuando fue convocado por la misma a emitir sus opiniones sobre el dictamen, no fueron tomados en cuenta en el proyecto de decreto aprobado el miércoles.