Todos comprendieron la importancia del acontecimiento y se hicieron presentes. En pleno, presidentes municipales y diputados federales electos en Quintana Roo bajo el manto de la Coalición Juntos Haremos Historia acompañaron a Mara Lezama en la recepción de la constancia que la acredita como Presidente Municipal Electa en Benito Juárez… una vez más.
El gesto tiene un simbolismo político que va más allá de los márgenes de la cortesía y los buenos modales. Morena, Partido Verde, el PT y el MAS asumieron, como cuerpo, el impresionante acumulado en el municipio de más de 101 mil votos favorables para la causa común encabezada por Mara.
El triunfo, contundente, destaca en tres aspectos:
Ratifica a Morena como el partido más aceptado en la ciudad y, por lo tanto, lo mantiene como el instituto político gobernante. Si echamos una ojeada rápida y general a los resultados nacionales de esta gran elección, podemos ver que, a nivel de los gobiernos en disputa, tanto de estados como de municipios, lo que predominó como tendencia fue la alternancia. Notoriamente la voluntad ciudadana quiso que sus gobiernos cambiaran de partido. Sucedió en Quintana Roo: en 2018 Morena solo obtuvo triunfo en tres municipios. Hoy es a la inversa, pero pierde uno de los tres, Solidaridad. Los dos que conserva, Benito Juárez y Othón P. Blanco, son los únicos que se mantienen con el mismo partido. Todos los demás cambian de color.
Se reelige como gobernante. En el estado, seis presidentes municipales intentaron continuar en el cargo después de esta elección. Solamente Mara lo ha conseguido (Solidaridad está en litigio). El electorado quintanarroense no estaba muy afecto a que se quedaran, pero con Mara no tuvieron duda.
Nuevamente es la candidata más votada. El dato habla por sí mismo.
El liderazgo político que se evidencia y se ratifica con este resultado electoral coloca a Mara Lezama en el vértice de la reconfiguración del espectro político en la entidad:
¿Mara perfila hacia la gubernatura del estado? Desde luego. Puede ser si decide intentarlo. Es un proceso político lógico, legal y legítimo. La contra campaña de sus contendientes descalificó esa posibilidad, argumentando que ellos no lo harían en caso de ganar el municipio. El electorado decidió dar el respaldo claro a Mara. ¿Alguna duda?
Todo es cuestión de que, en su momento, Mara y los partidos que la respaldan tomen la decisión adecuada.