Chetumal. Los profesores de la Universidad Tecnológica de Chetumal denunciaron de nuevo un conflicto laboral y ético que sacude al centro de estudios; los docentes por asignatura, que representan más del 90% de la plantilla académica, acusan ser víctimas de abuso sistemático, hostigamiento institucional y condiciones laborales indignas.
Vulneran sus derechos laborales
Los profesores, que sostienen la mayor parte de la carga educativa en esta casa de estudios, denuncian una política institucional que los margina, presiona y vulnera sus derechos laborales.
La administración universitaria, encabezada por el rector Alfredo Marín Marín y la directora académica Eréndira Blanco Santana, ha adoptado prácticas que incluyen finiquitar y rehacer sus contratos cada cuatrimestre, reiniciando así su antigüedad y dejando en el aire la posibilidad de ser recontratados, todo bajo un modelo que los convierte en personal “descartable”.
Además del entorno de precariedad, los profesores aseguran ser blanco de vigilancia y hostigamiento por parte de áreas como Pedagogía, Tutorías, Sociocultural, e incluso por parte de la prefecta del turno matutino, quien presuntamente actúa con criterios personales y represivos.
Nómina inflada
Mientras a los profesores de asignatura se les niega estabilidad, existen casos documentados de docentes de tiempo completo que, lejos de cumplir cabalmente con sus funciones, gozan de privilegios y doble o incluso triple empleo, en violación directa a la Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
Estos serían algunos de los profesores señalados, que además de dar clases en la Universidad Tecnológica con tiempos completo, también cuentan con plazas en otras instituciones:
Francisco Rivas Aguayo, con más de 20 horas en CETMAR.
Eder Delgado, con más de 20 horas en CBTIS 253.
Julio Te Azarcoya, con más de 30 horas en el Instituto Tecnológico de Chetumal.
Fernando Trejo, director de informática en IMOVEQROO y con 20 horas en CONALEP.
Karla Tec Escalante, funcionaria en el Ayuntamiento de Othón P. Blanco.
Rafael Dircio López, con carga en la Universidad Modelo.
Todos ellos son señalados por ausentismo, llegadas tardías, retiros anticipados y nulo compromiso institucional.
Algunos gozan de privilegios
Ademas de la nómina inflada y sin control, hay casos de personal que percibe hasta 15 o más horas sin impartir clase alguna, como Dulce Carolina Smith Villanueva, Erick Leonardo Dzib, María Cruz Ac y Roberto Pérez López. También, se cuestiona la necesidad de mantener a tres psicólogos con 20 horas asignadas cada uno —Jhonatan Catalán Salazar, Sinead Márquez Maraboto y Santiago Flores Cabrera— considerando la limitada matrícula estudiantil actual.
De igual forma se critica la actuación de la responsable del área de nutrición, más enfocada en actividades internas y eventos sociales que en el cumplimiento de sus funciones técnicas.
Despidos injustificados
La administración de la UT, a cargo de la directora administrativa Julia Mariluz Martínez Sánchez, habría despedido a más de una decena de trabajadores sin previo aviso ni liquidación correspondiente. Esta decisión ya ha derivado en nuevas demandas laborales que se suman a las que la institución arrastra por despidos anteriores.
A esto se suma el aparente desinterés del rector Alfredo Marín, quien, según los denunciantes, no da la cara ante las crisis internas. La directora académica, por su parte, permanece encerrada en su oficina, sin mostrar liderazgo ni empatía hacia el cuerpo docente.
Piden investigar malas prácticas
Ante esta grave situación, los docentes hacen un llamado para que se investiguen las prácticas administrativas y laborales en la UT de Chetumal y se imponga orden.
“La UT de Chetumal no puede seguir siendo rehén de una administración que protege a unos cuantos y hostiga al verdadero motor de la educación: sus docentes”, sentencia la denuncia.
La comunidad universitaria exige transparencia, justicia laboral y una reestructuración urgente que ponga fin al favoritismo, la corrupción interna y la violación sistemática de derecho