Afición.- ¿Qué Jimmy Butler tenía que ser más agresivo desde el inicio? ¿Qué Goran Dragic debía recuperar su toque? Para qué teniendo a Tyler Herro así. El joven de 20 años de Miami Heat se despachó con una actuación de las mejores que haya tenido un novato en la historia de los Playoffs y anotó ¡37 puntos desde el banco!, algo nunca hecho por un rookie en la postemporada.
Con Herro como bandera, los de Florida le ganaron por 112-109 a Boston Celtics y ahora tienen una ventaja de 3-1 en las Finales del Este que no significa que todo esté definido (saludos para Utah Jazz o LA Clippers), pero si que Miami tendrá doble chance antes de un hipotético séptimo encuentro.
No fue un encuentro de juego vistoso y los dos equipos, de lo mejor de esta temporada, estuvieron lejos de un rendimiento óptimo. Pero el Heat volvió a sacarle provecho a su defensa en zona, de la que Erik Spoelstra tiró durante casi todo el partido, volvió a tener a un gran Bam Adebayo incontrolable para Boston, vio un poco más de actividad en Butler y Dragic y disfrutó de la mejor noche de Tyler Herro como basquetbolista hasta el momento. Un jugador como él, capaz de lastimar con el tiro, de pelear cada rebote, de conectarse bien con Adebayo para alimentar al pivote con el balón, de una velocidad endemoniada para jugar sin la pelota, fue la diferencia y fue el 3-1 del Heat.
Los datos en este caso sirven para poner en perspectiva lo que hizo Tyler, elegido con el pick 13 del último Draft. Es el rookie con más puntos en la historia de un partido de Finales de Conferencia, el segundo novato en los últimos 35 años en meter al menos 35 puntos en un partido de Playoffs (Donovan Mitchell hizo 38 en 2018) y el tercer jugador menor de 21 años en llegar a esa cifra anotadora en postemporada (Magic Johnson anotó 42 en las Finales de 1980 y Derrick Rose 36 en la primera ronda de 2009, los dos también con 20 años). A la altura de nombres que rápidamente fueron súperestrellas.
Si el partido no dejó grandes sensaciones más allá de lo de Herro, fue porque el primer tiempo fue algo complicado de ver. Pero igualmente nadie lo puede haber sufrido más que Jayson Tatum, que por primera vez en la 2019-2020 no anotó puntos en la primera parte: llevaba 0-6 de campo. El alero de los Celtics mostró una reacción increíble al volver del vestuario y convirtió 28 tantos en el segundo tiempo, con 4-7 en triples, pero ni así pudieron unos Celtics que igual dieron pelea hasta el final y llegaron a estar al frente por 85-84 en el inicio del último cuarto.
Como dijimos, Adebayo lo hizo bárbaro de nuevo (20 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, su tercer triple-doble consecutivo de 20+10), y Butler (24 puntos y 9 rebotes) y Dragic (22 tantos) levantaron la cabeza, esperable de los tres pilares principales de Miami. Pero los 37 tantos de Herro en sus 36 minutos desde el banco terminaron compensando un mal partido de Jae Crowder (3 puntos con 1-9 de campo) y Duncan Robinson (también 3, con 0-4 en triples) en un encuentro en el que Spoelstra achicó muchísimo la rotación: además de Herro, Andre Iguodala ingresó 27 minutos como pieza multiuso (3 puntos, 3 robos, 2 asistencias, 2 rebotes, 1-4 en triples) y Solomon Hill tuvo sus primeros cuatro minutos en cancha de los Playoffs.
El ajuste de «Spo» implicó borrar a Kelly Olynyk, Kendrick Nunn y Derrick Jones, tres habituales jugadores del Heat en esta temporada (aunque Jones ya había estado fuera de la rotación algunas veces). Y le dio rédito. Ahora tiene una ventaja de 3-1 de muchísimo peso y además recuperó el control emocional de la serie, sin necesidad de un cambio táctico gigante.
Por los Celtics, Stevens fue por la receta habitual, aunque esta vez no pudo esconder tanto a Walker en defensa como en el partido anterior. Lo que sorprendió un poco fue ver a Boston, el equipo que está corriendo de atrás en la serie y que había ganado el último encuentro, sobrepasado en el aspecto de la intensidad. Sin la urgencia del encuentro anterior que tan bien le hizo.
Además de los 28 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias de Tatum con 10-22 de campo, los de Massachusetts tuvieron 21 tantos y 9 rebotes de Jaylen Brown y 20 puntos y 5 asistencias de Kemba Walker, pero en ningún momento jugaron cerca del tope de sus posibilidades. La explicación de la falta de energía quizá esté en el mal partido de Marcus Smart, que terminó con un doble-doble de 10 puntos y 11 asistencias, pero perdiendo 4 balones, tirando 3-12 de campo con 1-8 en triples y metiéndose en problema de faltas en el primer tiempo.
Además, Gordon Hayward hizo una tarea regular con 14 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en 30 minutos desde el banco en el día en el que se convirtió en padre por cuarta vez. Ningún otro suplente de los Celtics fue un factor importante.
Aunque Boston terminó con mejor porcentaje en tiros de campo (47,6% a 42,9%), tomó más rebotes (46-40), repartió más asistencias (28-20) y fue más preciso con los triples (14-40 contra 10-37), las pérdidas de balón lo terminaron lapidando como el partido de Herro. El equipo de Stevens perdió 19 balones, mientras que Miami apenas 8. Boston no pudo correr, algo que hubiese sido fundamental para tener mejores oportunidades contra un Miami que controlaba bien la media cancha con su zona.
El quinto partido de la serie se disputará el próximo viernes 25 de septiembre, a las 19.30 hrs. de CDMX, 21.30 hrs. de Argentina y 2.30 hrs. de España (del sábado).
Fuente:
NBA