Chetumal.- Un grupo de ejidatarios del sur de Quintana Roo asociados al Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, denunciaron que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Asociación Civil Amigos de Sian Kaán pretenden que se declare a la Laguna de Bacalar como Área Natural Protegida (ANP).
Ejidatarios temen despojo
Roberto Salgado Sangri, presidente del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, señaló que con el pretexto de los daños ambientales que está generando la construcción de una casa de descanso de la Secretaría de la Defensa Nacional, a la orilla de la Laguna de Bacalar, la Conanp está tramando retomar la imposición de un Área Natural Protegida (ANP), de forma similar a lo que hizo en complicidad con los Amigos de Sian Kaan en la Reserva de la Biósfera de Sian Kaan, en donde despojaron a los ejidatarios y a la población de la zona maya del acceso a una zona que históricamente les pertenece.
Los ejidatarios, recordaron que desde el año 2016, Amigos de Sian Kaán, una AC manejada por millonarios empresarios de la zona norte del Estado y financiada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas con el aval legislativo del Partido Verde Ecologista y la SEMA, presentó un Estudio Previo Justificativo y Estudio de Tenencia de la Tierra para la Declaratoria de Bacalar, con el que pretendió sostener que los ejidatarios de Bacalar, Aaron Merino Fernández, La Península, Calderitas y Juan Sarabia estaban de acuerdo con la propuesta de un ANP para la laguna de Bacalar que abarcaba, en la propuesta original, 219 mil 818 hectáreas, incluyendo las lagunas Mariscal, Chile Verde, Guerrero, Milagros, Agua Salada, San Felipe y la costa de la Bahía de Chetumal, lo cual fue desmentido por los comisiariados de los 12 ejidos de la zona sur y los propietarios de terrenos costeros que serían afectados con esta declaratoria.
Perderían el control de la zona
Roberto Salgado Sangri, consideró que si la Conanp impone la declaratoria del ANP, se apropiará junto con Amigos de Sian Ka’an de la administración y el manejo de los permisos para cualquier tipo de actividad que se realice en el perímetro de la ANP de Bacalar, las autoridades estatales y municipales perderán el control de la zona con mayor potencial turístico, se detendría el incipiente desarrollo económico, porque a los inversionistas no les sería atractivo invertir con las limitaciones de un ANP, con resultados previsibles de mayor pobreza y delincuencia.
En respuesta a la intención del PVEM, Conanp y Amigos de Sian Ka’an para imponer un ANP en la Laguna de Bacalar y sus alrededores, organizaciones empresariales, ejidales y campesinas de la zona sur se agruparon desde el 2017, se opusieron y esgrimieron de manera organizada sus argumentos.
Los ejidos han planteado:
* – Por iniciativa propia, sin necesidad de declaratorias de ANPs, han destinado extensas áreas a la protección ambiental, en el entendido de que preservar el medio ambiente “nos permite mantener nuestras propiedades como un atractivo turístico.”
* – Son las propias autoridades ambientales las que impiden, con la imposición de innumerables trámites, el desarrollo sustentable en las tierras ejidales y comunitarias.
* – Las autoridades de los tres niveles son las que han autorizado el desmonte y la deforestación de terrenos en zonas altas que servían como muros verdes de contención ante los escurrimientos, desde las montañas de Campeche, de aguas que en su paso arrastran contaminantes agroquímicos del ingenio azucarero y tierras de cultivo de los menonitas.
* – Existen pruebas de que las ANPs solo benefician a académicos, funcionarios, políticos y empresarios, excluyendo a los propietarios originales de las tierras, como han sido los casos cercanos de la a reserva estatal Santuario del Manatí en la Bahía de Chetumal, la Biósfera de Sian Ka’an, en Felipe Carrillo Puerto y Yum Balam, en Chiquilá, Lazaro Cárdenas.